Friday, February 24, 2006

La invencion de la "mujer moderna"


Se podría decir que Cocó Chanel fue quien inventó a la "mujer moderna".

Le sacó el corsé con varillas y le cortó el pelo, pero antes de eso, Cocó se inventó a sí misma.

Gabrielle Chanel nació en el hospicio de Saumur el 18 de agosto de 1883.

Cuando tenía doce años murió su madre, y su padre no estaba dispuesto a hacerse cargo de ella y sus otros cinco hijos. Así que, como los abuelos no quisieron ocuparse de ellos, el padre ubicó a los tres varones en casa de familia y a las tres niñas las internó en Obazine, un orfanato francés enorme.

Gabrielle nunca superó aquel abandono. “Quería suicidarme. Durante mi infancia sólo ansié ser amada. Todos los días pensaba en cómo quitarme la vida, aunque, en el fondo, ya estaba muerta. Sólo el orgullo me salvó". Un orgullo que, años después, le llevó a su venganza, el transformar aquel humillante uniforme negro del orfelinato en bandera del buen gusto: un Chanel.

Odiaba a su familia. “No me gusta. Se nace en ella pero no con ella. No conozco nada más espantoso que la familia".La vestimenta era sumamente austera y la disciplina que debían observar la hicieron muy testaruda, obstinada y rígida, actitudes que eran para ella un ancla de salvación.Todavía no tenía sueños concretos, pero lo que sí sabía Gabrielle era que quería salir de ese entorno y ser libre aun al precio de quedarse sola. Pero para eso se necesitaba dinero.

Era el año 1900 y todavía no había alcanzado la mayoría de edad pero todos los testimonios que se conservan sobre ella de esa época coinciden en lo mismo, ella era especial, era algo singular, no una belleza clásica según los cánones de la época, no había en ella ni busto ni caderas, su pelo era espeso y rebelde y sus facciones marcadas y musculosas. Su aspecto tenía cierto carácter andrógino. Se distinguía por su avidez por aprender y la distinción de la ciudad de Moulins le permitió observar en las calles a la gente elegante que paseaba.

De su educación en aquel orfanato le quedó una enseñanza que se convertiría en su sello ditintivo: la rigurosidad y la austeridad. Ya por entonces rechazaba los accesorios exagerados y consideraba que las joyas eran un signo de que la mujer quería convertirse en objeto del hombre. La ahora ya famosa frase“Lleva más adornos que un árbol de Navidad” era una frase que decía siempre.

Gabrielle tenía un sueño y era ser cantante de opereta. Con la ayuda de su tía Adrienne, cantaba en La Rotonde un café chantant de Vichy, un lugar típico de aquellos años. El final de una de las canciones (cargada de doble sentido) que logró cantar como solista le dio el nombre que la haría famosa: Cocó.

Así, en 1905 Gabrielle pasó a ser Cocó Chanel.

En 1910 se trasladó a Deauville para seguir a su amante Boy Capel, (un oficial de caballería que la sacó de aquel lugar) y abrió un negocio de costura con mucho éxito. Sus modelos eran revolucionarios y ella misma vestía en forma tan diferente que todas querían copiarla. Cuando en el año 1914 abrió una sombrerería en París sus vestidos a base de jerseys y blusas blancas sin corsé ya eran famosos. Fue gracias al riquísimo duque de Westminster que logró abrir esta casa. Fueron amantes pero ella le devolvió hasta el último centavo que él le había prestado para iniciar su empresa.

Podríamos decir que fue a mediados de los años veinte que lanzó el estilo Chanel clásico, que consistía en un traje de punto de lana con una chaqueta recta y sin cuello, una falda corta a juego, que se llevaba con joyas estilo Art Déco falsas (más chic que las reales) y un sombrero marinero sobre el pelo corto.

Algunos dicen que el estilo Chanel no es más que la sofisticación y la estilización del uniforme del orfanato.También lanzó las famosas faldas tubo negras, los sobrios tailleur con una gardenia de piquet blanco como único adorno y las primeras carteras y bolsas bajo el logotipo con la doble C entrelazadas.

Finalmente llegó el golpe de gracia, el perfume Chanel nº 5, uno de los perfumes que creó y que se hizo famoso en el mundo entero. La revolución de este perfume fue que incorporó materiales jamás utilizados en un perfume femenino que le daba más volumen y potencia y que además era mucho más accesible que los perfumes conocidos hasta ese momento. Cocó permitió la popularización del lujo y con su Chanel n° 5 todas las mujeres podían perfumarse y seducir.

Hay un dato muy interesante que tiene que ver con el diseño del frasco del perfume más famoso del mundo: la línea del frasco está inspirada en un dibujo a carbón que Picasso le había regalado a Cocó en 1920, “La botella de perfume”.

Cocó se convirtió en la modista más famosa del mundo. Vestía incluso a las divas de Hollywood. Comenzó a incorporar tejidos masculinos como el tweed para ropa femenina. Impuso los pantalones, la figura esbelta y los sombreros de paja.

Durante la Segunda Guerra Mundial y la posguerra Cocó no diseñó. “No son tiempos para crear vestidos” decía. Tenía 59 años y conoció a Hans von Dinklage quien tenía 46, un oficial nazi que enamoraba a las francesas pero que eligió a Cocó. Ese romance le ocasionó la vergüenza de un proceso por colaboracionismo del que pudo salir airosa porque, como sostuvo su abogado en su defensa, “fue todo por amor”. El proceso vivido en esos años la marcó profundamente y no logró recuperarse hasta diez años después.

En 1954 dejó perplejo al mundo cuando volvió a abrir la casa de modas sin presentar ninguna novedad, simplemente revivió las mismas faldas tubo negras y los trajecitos de los años 30. Evidentemente, no se equivocó, porque en pocos meses todas las mujeres volvieron a vestir Chanel y a usar el perfume n°5.

Avejentada, maquillada como una trasnochada actriz de cine mudo y resentida por sus fracasos sentimentales, sólo cuando se encerraba en su casa, una habitación del hotel Ritz, volvía la Chanel frágil del hospicio de Obazine. Una huérfana de 88 años que se anclaba frente al televisor hasta la madrugada para no reunirse con los fantasmas. “Es como una enfermedad. No me decido a despegar el trasero del sillon. Me horroriza ir a acostarme. Hace diez años que no me han besado en la boca…".

El 10 de enero de 1971 terminó su largo reinado sobre la moda. “Seré una mala muerta. Cuando esté bajo tierra me agitaré, y sólo pensaré en regresar para volver a empezar". A los funerales de despedida asistieron Dalí, Yves Saint Laurent, Paco Rabanne, Balenciaga entre otros.

2 Comments:

Blogger Tekilux said...

Pues me lo leí todo y no encontré motivo para vertir comentario.
Un "Ohh, que interesante!!!" no creo que sea adecuado.

El género biogáfico no es de mis favoritos, así que :( me limitaré a quejarme del parrafo que dice:
Fueron amantes pero ella le devolvió hasta el último centavo que él le había prestado para iniciar su empresa.
Me parece que más allá de ser un hecho es una justificación, al Para tener éxito requirió explotar su sexo a un Ella le pagó hasta la risa, por tanto no le debe nada.

PD: Hay alguna foto de ti en este blog?, si es así ¿Por qué dices que no eres fotogenica?

6:25 PM  
Blogger Óscar Constantino said...

T,

Una lectura psicológica del texto revela su orientación de género: "Cocó fue una heroína y en 1900 las heroínas usaban sus encantos para triunfar". Curiosamente, 100 años después y en condiciones sociales muy distintas, esa justificación continúa en uso y parece que ya no tiene validez (si es que alguna vez la tuvo).

Me gustan los perfumes de Chanel y la ropa que ofrece, así que más allá de su sórdida historia (una especie de Juliette de Sade, pero de la Alta Costura) lo que me importa es la elegancia de sus creaciones y del concepto que engendró. Historias semejantes se pueden narrar de Yves Saint Laurent o Christian Dior, aunque de ellos no se hacen apologías por su triste o desafortunado pasado.

Saludos.

9:55 AM  

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